Claridad, confianza y lealtad, son las tres premisas que cualquier talento perseguirá, seguirá y continuará a lo largo de su vida laboral y personal. Por ello, todo aquel que estime ser un caza-talentos, un maestro de talentos, o un aspirante a talento, deberá tenerlas en cuenta en todo aquello que realice.
La claridad de pensamiento, palabra y acción del individuo con talento revelará la lucidez mental, la objetividad de sus opiniones, el orden y el equilibrio de su método en las directrices de la labor a desempeñar, así como el para alcanzar lo sólido y positivo del día a día. Esa claridad y transparencia para llevar a cabo satisfactorias relaciones sociales, laborales y personales de total confianza, tan necesarias hoy en día.
Por otro lado, la fuerza de la confianza es la energía que mantiene unido al equipo de trabajo, a ese equipo de talentos, en definitiva, mantiene unida a la comunidad. Por eso, en ocasiones se dice que "la capacidad de generar y difundir confianza es la llave maestra del liderazgo", del talento en este caso.
La confianza une a través del comportamiento ejemplar, noble y responsable. Si a todo esto le sumamos un ambiente de seguridad, fidelidad y mutua credibilidad, se habrán creado las circunstancias idóneas para sacar lo mejor de los talentos.
A toda esta transparencia y unión, debemos añadir la lealtad del juego limpio, la sinceridad, el respeto y la generosidad para alcanzar con éxito cualquier proyecto empresarial o proyecto de vida, con la premisa de "ser fiel a uno mismo, a la vocación y al destino".
Sin duda, si a un talento se le ofrece un proyecto claro, en el que aportemos nuestra confianza en su labor, y nuestra lealtad en su método, "en cero coma" nos seguirá hasta el fin del mundo.
La claridad de pensamiento, palabra y acción del individuo con talento revelará la lucidez mental, la objetividad de sus opiniones, el orden y el equilibrio de su método en las directrices de la labor a desempeñar, así como el para alcanzar lo sólido y positivo del día a día. Esa claridad y transparencia para llevar a cabo satisfactorias relaciones sociales, laborales y personales de total confianza, tan necesarias hoy en día.
Por otro lado, la fuerza de la confianza es la energía que mantiene unido al equipo de trabajo, a ese equipo de talentos, en definitiva, mantiene unida a la comunidad. Por eso, en ocasiones se dice que "la capacidad de generar y difundir confianza es la llave maestra del liderazgo", del talento en este caso.
La confianza une a través del comportamiento ejemplar, noble y responsable. Si a todo esto le sumamos un ambiente de seguridad, fidelidad y mutua credibilidad, se habrán creado las circunstancias idóneas para sacar lo mejor de los talentos.
A toda esta transparencia y unión, debemos añadir la lealtad del juego limpio, la sinceridad, el respeto y la generosidad para alcanzar con éxito cualquier proyecto empresarial o proyecto de vida, con la premisa de "ser fiel a uno mismo, a la vocación y al destino".
Sin duda, si a un talento se le ofrece un proyecto claro, en el que aportemos nuestra confianza en su labor, y nuestra lealtad en su método, "en cero coma" nos seguirá hasta el fin del mundo.
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